Por
años usé el aceite de girasol (vegetal) en la preparación de guisos y
frituras pensando que al ser vegetal no era dañino para la salud. Hasta que un
buen día regresando de trabajar escuché en la radio a una gastrónoma curativa
que decía que el aceite vegetal elevado a altas temperaturas era una de las
cosas más perjudiciales para nuestro cuerpo
y cerebro conllevando a enfermedades
cardiovasculares y otras como el alzheimer o la arterioesclerosis. Ella
proponía cocinar con agua en lugar de aceite, pues ese día llegué a mi casa,
preparé el almuerzo según sus indicaciones y “oh maravilla” la preparación con
agua no tuvo nada que envidiar a la que
regularmente preparaba con aceite
vegetal.
Desde ese momento, siempre preocupada por la salud de mi familia, empecé a cocinar usando agua en lugar de aceite, créanme sale igual de rico, y sienten que están comiendo sano. Este podría ser un buen comienzo si quieres cambiar tus hábitos alimenticios que a su vez te ayudarán a perder peso.
Desde ese momento, siempre preocupada por la salud de mi familia, empecé a cocinar usando agua en lugar de aceite, créanme sale igual de rico, y sienten que están comiendo sano. Este podría ser un buen comienzo si quieres cambiar tus hábitos alimenticios que a su vez te ayudarán a perder peso.
Mi
recomendación es evitar el uso de todo tipo de aceite vegetales
(llámese de maíz, soya, canola o girasol) porque son aceites tóxicos debido a
que son aceites hidrogenados poseen grasas trans) que han sido genéticamente modificados
y que contienen grasas poliinsaturadas que causan “inflamación”, que a su vez, nos pueden provocar enfermedades
crónicas.
Pero
no todos los aceites son malos, también existen aceites saludables que
contienen grasas saturadas, necesarias en la asimilación de los ácidos grasos
omega 3 que como sabemos juegan un papel importante en el buen funcionamiento
del cerebro.
Entre
ellos se encuentran el aceite de coco, uno de los más saludables y estables
para cocinar (asegúrense que sea orgánico), el aceite de almendra, el aceite de
oliva extra virgen, el aceite de sésamo, y el ghee (una forma purificada de mantequilla
clarificada). Todos estos aceites pueden ser usados para cocinar, en el caso
del aceite de oliva tener cuidado de que no humee. En las ensaladas podemos
usar el aceite de almendra, de oliva, de sésamo, y de sacha-inchi.
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